El día en que robaron el sol






“El día en que robaron el sol”


Cuentan los viejos sabios que hace muchos, muchos años, los espíritus malos se llevaron al Inti, el Sol. Cansados de vivir en la oscuridad, se robaron la luz que alumbraba toda la tierra, para poder habitar con tranquilidad.
Y es así que una noche los espíritus malignos, sin que los humanos se dieran cuenta, se apoderaron de la Tauna, el bastón de madera de Quishuar, un árbol de los Andes. Aprovecharon que todo el pueblo dormía para sacarlo del monte Catequilla, su lugar sagrado. Ellos sabían que sin la Tauna, Inti el Sol, no volvería a iluminar la tierra.
Al día siguiente, toda la población se asustó, pues se dieron cuenta de que el sol iba perdiendo su brillo.
- Miren, el sol se está apagando, ¿Qué vamos a hacer? ¡Nuestras plantas! ¡Nuestros animales! ¡Pronto no habrá vida! ¡Nos moriremos todos!, exclamaban los habitantes.
Los pobladores veían cómo iba desapareciendo la luz, y ya sentían las consecuencias: la temperatura de la tierra bajaba rápidamente, las plantas se estaban muriendo, los ríos y las lagunas se congelaban, los animales nocturnos salían confundidos en el día y los diurnos sólo dormían. Era todo un verdadero caos.
El primer día en que el Sol se empezó a apagar, todos los habitantes estaban muy tristes y sin saber qué hacer. Sisa y Sacha, dos hermanos aldeanos, se fueron a dormir con el mismo miedo que sentían los adultos: la posibilidad de que cuando despertaran, no saldría más el sol. Pero a media noche, los niños sintieron un viento muy frío en la habitación donde dormían. En el sueño se les apareció un espíritu en forma de cóndor que les dijo:
- No tengan miedo, no les haré daño.
Les explicó que ellos eran los únicos que podían rescatar al Inti y salvar la tierra. Les dio una importante misión:
- Vayan a la cueva donde habitan estos malos espíritus. Recuperen la Tauna y vayan a la mitad del mundo. Allí deberán clavarla en el monte Catequilla, el lugar sagrado donde el sol no proyecta sombra al medio día.
El cóndor les describió cómo debían llegar y también les dijo que para protegerse, tenían que recoger un atado compuesto por tres hierbas andinas:
- La flor del taraxaco les dará sabiduría. Las hojas de coca les darán mucha energía. Y para que tengan fuerza, la chuquiragua.
Este espíritu de luz necesitaba de la ayuda de Sisa y Sacha porque no podía entrar a la cueva.
Al despertar, comentaron exaltados el sueño que habían tenido. ¡Era exactamente el mismo!
- ¿Soñaste lo mismo que yo? ¡Te vi en mi sueño! - dijo extrañada Sisa a su hermano.
- ¡Sí, sí, soñé lo mismo! ¿Qué vamos a hacer? - le cuestionó Sacha a su hermana.
- Tenemos que hacer lo que nos dijo el cóndor, es la única solución. Vamos primero por las plantas. ¡Corramos!- afirmó con decisión la niña.
Asustados pero muy emocionados, salieron sin decir nada. No tenían mucho tiempo. La tierra poco a poco se iba congelando.
Los líderes del pueblo se reunieron en asamblea para buscar una solución, pero no sabían qué camino tomar. Mientras tanto, los niños caminaban y caminaban en medio de frondosos árboles del bosque. Tenían que ir al volcán Sangay donde estaba la gran cueva.
Cuando llegaron y vieron esa caverna tenebrosa y fría, se detuvieron y dudaron en entrar. Su más grande miedo siempre había sido a la oscuridad. Pero, se armaron de mucho valor, sentían que el sabio espíritu los iba a proteger.
Se tomaron de la mano, respiraron fuerte y entraron muy decididos. El lugar olía a mucha humedad, los murciélagos volaban muy cerquita de ellos. Todo el piso estaba muy resbaloso lleno de gusanos. Sisa y Sacha apenas podían caminar.
- ¡Cuidado Sisa, no te vayas a caer, el piso está lleno de baba de animales!- gritó Sacha.
- ¡Huacala!- expresó la pequeña.
De pronto, una luciérnaga se atravesó en su camino y les iluminó un poco. Los niños, sin dudarlo, empezaron a seguirla. Sentían que ella les ayudaría a encontrar el lugar donde estaba el bastón. Y no se equivocaron.
- ¡Mira Sacha ahí está la Tauna!- exclamó Sisa.
- ¡La tengo, la tengo!- le respondió emocionado el niño.
Los espíritus malos se despertaron y no podían creer lo que sus ojos veían, dos niños tenían la Tauna en su poder. Entonces, llenos de furia, comenzaron a perseguir a Sisa y Sacha.
Los niños, apretaron con fuerza sus plantas y las lanzaban al camino mientras corrían muy rápido. ¡Aquellos espíritus eran muy poderosos, pero eran vulnerables a estas hierbas mágicas!
Cuando estuvieron afuera de la caverna, Sacha se tropezó y el bastón cayó lejos:
- ¡Ayyyyy no!- gritó el niño con un llanto desesperado.
- -Ja, ja, ja… -río el espíritu y advirtió con satisfacción- ¡Ahora será mía!
De pronto, llegó el cóndor y tomó el bastón con su pico y a los niños los tomó con sus enormes garras y los llevó muy pero, muy alto.
Mientras volaban por el cielo se dieron cuenta que el sol poco a poco iba recuperando su fuerza y volvía a brillar…Pero la luz no era suficiente, la Tauna tenía que estar clavada exactamente en la mitad de la tierra. Tenía que ser colocada en el mismo lugar de donde había sido robada.
El cóndor los dejó en un valle y avisó a los otros espíritus de luz para que se hicieran cargo de los malvados. Nada ni nadie debía evitar que los pequeños hermanos cumplieran su misión.
Pero todavía la oscuridad reinaba en la tierra. Los niños debían continuar solos el sendero hacia el lugar sagrado. La Tauna era tan poderosa que les guiaba hacia el camino y cada vez que se acercaban, el sol aparecía con más fuerza. Caminaron mucho hasta llegar al pequeño monte Catequilla.
De repente notaron algo extraño. Mientras subían, la sombra de sus cuerpos en la tierra se hacía cada vez más y más pequeña, hasta desaparecer.
- ¡Mira Sacha, no tengo sombra! – dijo la niña sorprendida.
-Yo tampoco- le contestó enseguida su hermano, quien lleno de emoción pronunció- quiere decir entonces que….¡Sí, hemos llegado Sisa!
-Lo logramos!- gritó entusiasmada la niña.
Cuando estuvieron en la cima se encontraron con un bulto grande.
Corrieron hacia él y se encontraron con un viejo indígena. Ellos entendieron que debían entregarle la Tauna. El la tomó fuertemente y la clavó en el lugar preciso.
Una luz resplandeciente brotó e iluminó con intensidad toda la tierra.
Fue tal la fuerza, que debieron tomarse de las manos para no caer.
Después de unos instantes la tierra se transformó: las plantas comenzaron a revivir, los ríos se descongelaron y las aves nuevamente volaron por los cielos. 
Sacha y Sisa bailaron de felicidad.
La Tauna estaba justo en la mitad del mundo.
El viejo sabio les felicitó. Habían cumplido su misión.
- ¡Buen trabajo mis guaguas! Son ustedes unos niños muy valientes! Desde ahora serán los guardianes del Inti, el sol, y de toda la naturaleza.


FIN

PROPUESTA DE ACTIVIDAD
Objetivo general         
Reflexionar sobre el valor de la responsabilidad
Objetivos específicos                           
·         Señalar las dificultades que impiden la realización de conductas responsables.
·         Identificar las responsabilidades que se tienen en los diferentes contextos en los que se desenvuelven.
·         Reflexionar sobre la importancia de tener y cumplir con las responsabilidades.
Público                           
Niños y niñas de entre 9 y 10 años.

Duración                        
2 sesiones de 60 minutos cada una.

Materiales                     
Sesión I
·         Audio del cuento “El día en que robaron el sol”
·         Papelógrafos
·         Cartulinas A4 para cada alumno
·         Plumones gruesos de colores
Sesión II
·         Dibujos y frases de los niños sobre sus hierbas mágicas
·         Tarjetas de 8 x 15 cm con una palabra: casa, escuela o naturaleza.
·         Cartillas para cada alumno.

Procedimiento             
Sesión I
1.       “La misión de Sisa y Sacha”                          (15 minutos)
·         Previamente, el docente ambientará el aula de tal forma que los alumnos puedan sentarse cómodamente formando un círculo en el suelo. Asimismo, se asegurará de colocar los parlantes de manera que todos puedan escuchar con claridad la cápsula.
·         Se emitirá la cápsula con el cuento “El día que se robaron el sol”. Se les sugerirá que cierren los ojos y traten de dejarse llevar por su imaginación.


·         Se les hará algunas preguntas para fomentar la participación:
-          ¿Cómo se sintieron al escuchar el cuento?
-          ¿Qué parte les gustó más? ¿Por qué?
-          ¿Qué parte les gustó menos? ¿Por qué?
-          ¿Cómo creen que se sintieron Sisa y Sacha al cumplir su misión? ¿Por qué?
2.      “¿Y si no lo hubieran cumplido?”                     (25 minutos)
·         Se formarán grupos de 4 personas y cada uno reflexionará sobre la misión de Sisa y Sacha en el cuento. 
·         Se les darán algunas preguntas para motivar la discusión:
-          ¿Qué dificultades encontraron Sisa y Sacha para cumplir su misión? ¿Qué obstáculos tuvieron que vencer?
-          ¿Qué hubiera pasado si Sisa y Sacha no hubieran seguido la misión que les encomendó el cóndor?
-          ¿Qué responsabilidades tienen ustedes? (Casa, escuela, barrio)
-          ¿Qué obstaculiza el cumplimiento de sus responsabilidades? (Flojera, temor, olvido/distracción, desorden/desorganización, etc.)
·         En plenario, el docente irá promoviendo la participación de todos a partir de las respuestas trabajadas en el interior de cada grupo.
·         Se irá anotando las respuestas en un papelógrafo, sobre todo las referidas a las responsabilidades que tienen y las dificultades que enfrentan para llevarlas a cabo.
3.      “Mis hierbas mágicas”                                       (20 minutos)
·         Cada alumno identificará cuáles son sus “hierbas mágicas”, es decir los dones y virtudes que posee.
·         Deberá decidir qué virtudes necesita desarrollar más.
·         Sobre una cartulina, dibujará y coloreará una planta o hierba que represente esa virtud. Podrá acompañarla con una frase a modo de slogan, por ejemplo: “Memorex. Con sólo un poco te acordarás y tus deberes cumplirás”.
·         Se compartirá el dibujo y la frase con otro compañero.
·         El profesor pedirá a algunos voluntarios que comenten su trabajo.


Sesión II
1.    “Recordando lo trabajado”                                 (5 minutos)
·         El docente ambientará el aula con los dibujos hechos por los alumnos acerca de sus hierbas mágicas.
·         Se retomará lo trabajado en la sesión anterior a través de las participaciones de los alumnos.
2.    “¡Eso pasa en vedad!”                                           (45 minutos)
·         Se formarán 6 grupos de 5 personas aproximadamente. A cada uno se le repartirá una tarjeta con una palabra: casa, escuela o naturaleza. Deberán hacer una lista con todas las responsabilidades que podrían tener en el contexto que les ha tocado.
·         Escogerán un tema y elaborarán una dramatización que refleje dicha responsabilidad, el problema del protagonista para cumplirla y las consecuencias de lo anterior.
·         Cada grupo se presentará delante del docente y el resto de compañeros. Saldrán de forma continuada los grupos a los que les haya tocado la misma tarjeta.
·         Se reflexionará sobre la importancia de cumplir con nuestras responsabilidades.
3.    “Mi compromiso responsable”                           (10 minutos)
·         Se les entregará una cartilla que de forma individual deberán llenar. En ella escribirán 3 responsabilidades que se comprometerán a cumplir. Una por cada contexto: casa, escuela, naturaleza.
·         Se les explicará el funcionamiento de la cartilla. Cada día marcarán con un número si lo han cumplido mal (0), regular (1) o bien (2). Se motivará a los alumnos a que sean sinceros ya que si bien no tendrá una calificación, reflejará el esfuerzo que están haciendo por vivir en responsabilidad.
·         Al inicio de la siguiente semana, lo presentarán al profesor, el cual ira monitoreando de forma individual el progreso.


FICHA
Mi compromiso de Responsabilidad

Nombre y Apellidos: ……………………………………………………..….………………………….
Semana del ……….…… al ……..…. de ……..…………..…………………. de .……………..

Escribe el número que describa mejor el cumplimiento de tus responsabilidades según este código:

2 = Bien,                       1 =  Regular,                            0 = Mal

Conductas
LUNES
MARTES
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
1.    CASA









2.    ESCUELA








3.    NATURALEZA